La Fed pincha la burbuja bursátil e inmobiliaria en EEUU que ella misma había creado
La Reserva Federal se enfrenta al riesgo de frenar el crecimiento de la economía estadounidense e incluso de provocar una recesión si sube los tipos a un ritmo demasiado acelerado. Pero la institución presidida por Jerome Powell también se aventura a pinchar la burbuja bursátil e inmobiliaria que ella misma ha propiciado con sus inyecciones de liquidez.
El banco central cumplía el miércoles con el guión previsto al elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos y situar el precio del dinero en el rango de entre el 0,75% y el 1%, tras subirlo ya en un cuarto de punto en marzo. Además, anunció que en junio comenzará a reducir su balance -que ahora alcanza lo 9 billones de dólares- a un ritmo de 47.500 millones al mes.
Con ambas medidas la Fed continúa luchando contra una inflación galopante que, según los datos de marzo alcanza máximos de los últimos cuarenta años (8,5%). Esa batalla contra la espiral alcista de los precios ya afecta -lo hacía incluso las expectativas de su inicio-, y seguirá haciéndolo, a dos mercados esenciales para la economía estadounidense: el de las acciones y el del ladrillo.
Antes de apretar las tuercas y cortar el grifo, la Fed llevó a cabo una política monetaria expansiva -que sumada a las medidas fiscales aprobadas por el gobierno estadounidense, especialmente como consecuencia del estallido del coronavirus- inundó con liquidez el sistema bancario y respaldó la economía estadounidense. Ahora, después de tardar varios meses en reconocer que la inflación no era transitoria, “aborda tarde el problema que él mismo ha ayudado a generar y luego no has sido capaz de reconocer el error”, explica Gonzalo Sánchez, director de inversiones de Gesconsult sobre la actuación de la Fed.
Subidas de tipos y Bolsas
La última vez que la Fed subió los tipos fue en diciembre de 2018. Teniendo en cuenta que en la evolución de los mercados afectan muchos otros factores, y que el largo plazo favorece a las Bolsas, la rentabilidad ofrecida por el S&P 500 desde entonces se acerca al 72%. En este periodo de bajada de tipos o de estabilidad, la subida del Dow Jones supera el 46% y la del Nasdaq 100, el 113%.
Ahora la Fed busca retirar del mercado la liquidez que previamente había inyectado y eso podría provocar que los inversores decidan sacar su dinero de la Bolsa. Las subidas de tipos, afectan de forma negativa a las cotizaciones de compañías con valoraciones más elevadas y altas expectativas de crecimiento, pero cuyos beneficios futuros “valdrán menos” por las alzas de las tasas. Es lo que sucede con las grandes tecnológicas y el mal comportamiento que vienen registrando en los parqués durante los últimos meses.
Frente a una situación no demasiado positiva, en el Grupo La Française hacen hincapié en que el endurecimiento monetario no siempre conduce a la recesión y que los aterrizajes suaves han solido favorecer a los inversores. “De hecho, en los 12 meses siguientes al final del endurecimiento de la política monetaria de la Fed en 1985 y 1995, así como después de que el banco central cediera en 2018, la renta variable generó rentabilidades de dos dígitos”.
Mercado inmobiliario
Más allá de las acciones, el mercado inmobiliario estadounidense manda señales de alerta. El ratio entre el precio medio de una vivienda y el salario medio está en máximos históricos, incluso por encima de los alcanzados antes del estallido de la crisis de las hipotecas subprime, epicentro de la crisis financiera de 2008.
Mientras que los precios de las casas alcanzan niveles nunca vistos, en muchos lugares del país es imposible encontrar una vivienda disponible para su compra, factores a los que se une el aumento de los costes hipotecarios. “Se evidencia de una manera muy clara como la masa monetaria emitida por el QE (el programa de estímulos) de la Fed ha introducido en el mercado una liquidez inorgánica. Ahora que nos hemos acostumbrado a esa liquidez, algo no está bien”, considera Darío García, analista de XTB.